“El desafío nace de la condición de elaborar 10 vinos diferentes a partir de una misma uva base, originaria de un mismo viñedo y de un único cuartel. Los 10 enólogos trabajarían por primera vez bajo iguales condiciones. A su vez , decidí que la cepa a usar tenía que ser Cabernet Sauvignon del Alto Maipo por su alto reconocimiento de calidad tanto en Chile como en el mundo.”
La Directora Técnica, enóloga Irene Paiva, estuvo a cargo de todo el proceso, control y evolución de cada vino. Ella dirigió el manejo del viñedo con supervisiones semanales en muchos casos junto a los distintos enólogos, realizó un exigente control de calidad del cuartel, recogió las muestras necesarias para los análisis de laboratorio y monitoreó la correcta evolución de la uva. Con todo esto se logró obtener un bajo rendimiento de 5.800 kilos por hectárea, asegurando así el máximo potencial de cada racimo al día de su cosecha.